CONVERSION DE SAN PABLO ( 25 de Enero )

CONVERSION DE SAN PABLO
25 de Enero

Convertirse no es girarse para agarrar la dirección opuesta. Tampoco es volverse como el que sale de casa, recuerda que ha olvidado algo y da media vuelta otra vez para su casa.

Cuando queremos limpiar bien un saco (costal para mis amigos de Latinoamérica) metemos dentro la mano y lo volvemos del revés para sacudirlo. Cuando lo tenemos totalmente limpio lo colocamos bien nuevamente y lo volvemos a llenar. Eso es convertirse. Es meternos dentro de nosotros mismos para sacar todo lo que estorba y poder llenarnos de lo que realmente vale la pena.

Saulo era un judío convencido, veía claro por donde había de encaminar sus pasos. Los cristianos, para él, representaban un peligro porque querían cambiar la ley de Moisés que era su luz, por eso los perseguía.

Hasta que se cayó del caballo de la arrogancia y se dio cuenta que estaba ciego. Descubrió que la Ley, su luz, estaba apagada. Volvió su vida del revés, sacó de dentro todo lo que le venía de las puras normas vacías y empezó a llenarse de esa luz nueva y definitiva que es Cristo. 

Y Saulo, el judío, dio paso a Pablo, el cristiano. Y el perseguidor dio paso al misionero. Y el fariseo seguro de sí mismo dio paso al santo seguro de Cristo.

Hoy celebramos la Conversión de San Pablo que nos invita a nosotros a hacer lo mismo, a volver del revés nuestra vida, a tirar el candil del egoísmo para echar mano a la luz que nos viene del cielo. 

Algunos Pablo, Paulo y Paula, celebran hoy su onomástica, otros lo hacen el 29 de Junio. Felicidades a todos.

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