San LORENZO JUSTINIANO
8 de Enero
Lorenzo Justiniano, como otros santos, era de familia acomodada y, aunque huérfano de padre desde muy niño, ante él se abría un camino esplendoroso.
Él se encargó de cerrarlo de un portazo. Estaba dispuesto a ser santo y para conseguirlo renunció a todo lo que el mundo le ofrecía.
Tuvo la suerte de encontrar a otros jóvenes que compartían sus ideales, entre los que destaca el que sería Papa Eugenio IV, y con ellos funda la Congregación de canónigos regulares de San Jorge. No le importa en absoluto tener que pedir en las casas de la nobleza a la que había pertenecido para socorrer a los necesitados.
En 1423 dedicó todas sus fuerzas a prestar auxilio y consuelo a las víctimas de la epidemia de peste. Al año siguiente lo nombraron general de la Orden que había fundado.
El Papa Eugenio IV lo hizo arzobispo de Castello, pero él siguió a lo suyo la oración y la asistencia a los más pobres. Otro Papa Nicolás V lo nombró Patriarca de Venecia. Lorenzo siguió siendo el mismo humilde, caritativo, bonachón, paciente y sabio, convencido, como estaba, de que seguir a Cristo no es hacer ostentación de títulos sino vivir en oración, escucha de la Palabra de Dios y pendiente de los más necesitados.
Juan XXIII, el Papa bueno, que también fue Patriarca de Venecia, lo tuvo siempre como modelo para su pontificado.
Los Lorenzos que quieran pueden celebrar hoy su santo.
Celes Tino
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