Santo TORIBIO de MOGROVEJO
Al santo de hoy le tengo una simpatía especial desde mis tiempos de prefecto de aspirantes en Medellín, porque uno de mis mejores seminaristas era devotísimo de Santo Toribio de Mogrovejo. Gran hombre del que llegó a decirse que fue la lumbrera mayor de todos los obispos de América.
Era español de Valladolid y se doctoró en Derecho en la célebre universidad de Salamanca.
El Papa Gregorio XIII le nombró arzobispo de Lima. Hasta aquí todo normal ¿verdad?
Pues no es normal, y no lo es en primer lugar porque Toribio no era ni cura cuando el Papa lo eligió y en segundo lugar porque el arzobispado de Lima comprendía también las diócesis de Cuzco, Cartagena, Popayán, Asunción, Caracas, Bogotá, Santiago, Concepción, Córdoba, Trujillo y Arequipa, unos cinco mil kilómetros aproximadamente.
Toribio vivió siempre para el pueblo de Dios, de tal manera que, según cuenta él mismo, recorrió 15.000 kilómetros, con lo complicado que era desplazarse en esa época en que ni se imaginaban lo que podía ser una carretera y, mucho menos, una autopista, que además no necesitaban porque el vehículo más común era la mula.
Organizó la Iglesia de América a través de un montón de sínodos, fundó casi un centenar de parroquias y, lo que es aún más difícil, consiguió que muchos curas se entusiasmaran con su labor y le secundaran.
Finalmente descansó en el Señor el año 1606.
Celes Tino
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