San NICOLAS
Hoy celebramos a otro San Nicolás, bastante menos conocido que el obispo que dio origen a la leyenda de Santa Claus.
Este Nicolás es suizo y allá en su patria fue corregidor, juez, diputado y hasta militar y todo lo hizo bien. Yo creo que con eso nada más ya tiene ganada la santidad, pero es que, además fue padre de familia. Y familia numerosa pues tuvo nada menos que cinco hijas y cinco hijos.
En realidad su ilusión de toda la vida era ser ermitaño, pero sus deberes para con sus compatriotas, primero, y después su señora, que se opuso siempre, no estaban por la labor.
Solamente cuando llegó a la vejez pudo ver cumplidos sus sueños y retirarse a un lugar desierto cerca de Flüe, donde llevó una vida de oración, meditación y ayuno riguroso durante veinte años.
Salía únicamente para ir a misa o cuando era requerida su presencia para solucionar graves problemas de la patria como en el año 1482 cuando gracias a su buen hacer se evitó una guerra civil.
Su oración más frecuente, yo creo que nos puede servir, dice así “Señor mío y Dios mío, aleja de mí todo lo que me aleje de ti. Señor mío y Dios mío, concédeme todo lo que me acerque a ti. Señor mío y Dios mío, líbrame de mí mismo y concédeme poseerte sólo a ti”.
Celes Tino
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