ANTON ( 17 de Enero ) - San Antón

San ANTON
17 de Enero

San Antón, santo francés,

Santo que no bebe vino.

Y lo que tiene en los pies,
San Antón, es un gorrino,
San Antón, es un gorrino.

Me he reído muchas veces con esta coplilla que cantaba un compañero manchego en mis tiempos de estudiante. Y no he podido resistir la tentación de compartirla.
En realidad San Antón no es francés, sino egipcio.

El santo vivió en el monte Cozum frente al mar Rojo y es el padre de los cenobitas (monjes), pues muchos ermitaños se fueron a vivir cerca de él y Antonio aprovechó para organizarlos, darles una regla y dirigirlos por el camino del seguimiento de Cristo. En años anteriores vivió en el desierto y había ido a atender a los cristianos que se encontraban en las cárceles o en las minas en la persecución de Maximino.

Vivió más de cien años y la fama de sus milagros alcanzó a los hombres y a los animales que bendecía. De ahí que muchas familias antiguamente criaban un cerdo para repartir su carne a los pobres el día de San Antón. Por eso sus imágenes tienen un cerdo a los pies.

Yo conocí “el cochino de San Antón” recorriendo las calles de Villacarrillo. 
Se trataba de uno o varios cerdos que se soltaban por el pueblo y eran alimentados con las sobras que le echaban los vecinos. Su carne era repartida entre los más necesitados el 17 de Enero.

Si oís habla de San Antón, San Antonio Abad, San Antonio del desierto, San Antonio egipcio o San Antonio, el grande, no os arméis líos. Se trata de la misma persona. Nuestro santo de hoy.

¡Felicidades a todos los Antonio y Antonia que son legión.


Celes Tino

Foto: San Antón, santo francés,
Santo que no bebe vino.
Y lo que tiene en los pies,
San Antón, es un gorrino,
San Antón, es un gorrino.

Me he reído muchas veces con esta coplilla que cantaba un compañero manchego en mis tiempos de estudiante. Y no he podido resistir la tentación de compartirla.
En realidad San Antón no es francés, sino egipcio.
 
El santo vivió en el monte Cozum frente al mar Rojo y es el padre de los cenobitas (monjes), pues muchos ermitaños se fueron a vivir cerca de él y Antonio aprovechó para organizarlos, darles una regla y dirigirlos por el camino del seguimiento de Cristo. En años anteriores vivió en el desierto y  había ido a atender a los cristianos que se encontraban en las cárceles o en las minas en la persecución de Maximino.

Vivió más de cien años y la fama de sus milagros alcanzó a los hombres y a los animales que bendecía. De ahí que muchas familias antiguamente criaban un cerdo para repartir su carne a los pobres el día de San Antón. Por eso sus imágenes tienen un cerdo a los pies.

Yo conocí “el cochino de San Antón” recorriendo las calles de Villacarrillo. 
Se trataba de uno o varios cerdos que se soltaban por el pueblo y eran alimentados con las sobras que le echaban los vecinos. Su carne era repartida entre los más necesitados el 17 de Enero.
 
Si oís habla de San Antón, San Antonio Abad, San Antonio del desierto, San Antonio egipcio o San Antonio, el grande, no os arméis líos. Se trata de la misma persona. Nuestro santo de hoy.

¡Felicidades a todos los Antonio y Antonia que son legión.

¡Ah! La foto pertenece a la colección de mi amigo de toda la vida José De la Torre Vargas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario