18 de Enero
“Señor, si libras a nuestro reino de los invasores te ofrecemos consagrar para ti a la primera hija que nos nazca”. Ésta es la promesa de los reyes de Hungría Bela IV y su esposa María, hecha en vísperas de la batalla entre su ejército y el ejército tártaro, mucho más numeroso.
Los tártaros fueron derrotados y dejaron de ser amenaza.
Cuando tan solo contaba cuatro años de edad, Margarita, princesa de Hungría, es confiada por sus padres a las dominicas del monasterio de Veszprém y a los doce años, nuestra santa hará su profesión solemne.
No creáis que se quedó de monja a la fuerza. Ni mucho menos, le llegaron ofertas de matrimonio del rey de Bohemia, del rey de Sicilia y del duque de Polonia. Seguramente lo hicieron por motivos políticos, como era costumbre, pero Margarita se negó. Ella quería vivir por y para Dios.
Toda su vida pidió a su padre que protegiese y ayudase a los pobres, a los huérfanos y a las viudas. Y así lo hizo el rey, que además construyó un nuevo monasterio.
El 18 de Enero de 1270, recitando el salmo 30, al llegar a las palabras “en tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu”, pasó a ser la patrona de todas las Margarita.
¡Felicidades Margaritas y Marga!
Celes Tino
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