14 de Enero
Nuestro santo de hoy, San Félix de Nola, tras la muerte de su padre, dio casi toda la herencia y sus bienes a los pobres y fue ordenado sacerdote.
En la persecución decretada por Decio fue hecho prisionero y azotado cruelmente. Dice la leyenda que una noche se le apareció un ángel en la celda de su prisión, lo liberó de sus cadenas y lo llevó a prestar auxilio a su anciano obispo que estaba casi muerto de frío y hambre.
Se escondió en un pozo y pudo salvarse de sus perseguidores gracias a que las arañas hicieron su tela sobre el brocal, dando la impresión de que no se había usado en muchos años.
Pasada la persecución fue elegido obispo de Nola muy a pesar suyo, pero siguió siendo el mismo de antes, preocupado de los pobres de tal manera que les regalaba su ropa nueva y él se quedaba con la vieja.
Vivió muchísimos años y, parece que, finalmente alcanzó la palma del martirio.
En su honor se edificaron varias iglesias a las afueras de Nola.
Celes Tino
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