San EULOGIO
11 de Marzo
Ser cristiano en Córdoba en el siglo IX era sólo para los valientes. Ir a la iglesia a rezar o a misa, por ejemplo, significaba pagar previamente un impuesto a los musulmanes. ¡Ojo! El impuesto se pagaba cada vez que se iba.
Hablar de Jesucristo fuera de la iglesia equivalía a jugarse el cuello pues estaba penado con la muerte. No es de extrañar, por tanto, que la mayoría de los católicos hubieran abandonado la fe.
En ese ambiente nace San Eulogio de una familia profundamente creyente y se convertirá en un auténtico modelo de católico: piadoso, mortificado, conocedor de la Santa Biblia, alegre, afable, respetuoso de las opiniones de los demás.Le encantaba visitar los hospitales y las iglesias. Las comunidades religiosas le pedían su consejo a la hora de hacer sus normas de vida. Enamorado de la lectura consiguió entusiasmar a muchos que se engancharon también a las obras de San Agustín y otros grandes de la antigüedad.
A partir del año 850 comienza una persecución contra los cristianos y Eulogio se dedica a fortalecerlos y escribir “los memoriales de los mártires”. Finalmente es detenido también y condenado a morir si no reniega de Cristo. El fiscal le dice "Que el pueblo ignorante se deje matar por proclamar su fe, lo comprendemos. Pero Tú, el más sabio y apreciado de todos los cristianos de la ciudad, no debes ir así a la muerte. Te aconsejo que te retractes de tu religión, y así salvarás tu vida"
¡Ya voy Toño!, debió pensar nuestro santo pues de ninguna manera estaba dispuesto a renunciar a Cristo su Salvador, el mismo que le estaba esperando ya en el Reino de los cielos.
Felicidades al P. Eulogio y a todos los que llevan este nombre.
Celes Tino
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